Calles inundadas de trapos rojos que exclaman comida, estómagos vacíos a la hora de cena, padres que no pueden salir a trabajar y niños sin estudiar.
Esta es la situación de las calles de Bogotá y sus habitantes, en la mayoría de los cazos las personas no han recibido ayudas de la alcaldía, ni del gobierno, su única opción es salir a las calles y rebuscarse el diario mientras un virus asecha. El primero de julio empezó a regir la medida de aislamiento en la zona de Kennedy por el alto nivel de contagios, en este lugar habitan muchas personas de bajos recursos y en su gran parte trabajan en la central mayorista de abastos la cual también es foco de infección.
los ciudadanos de bajos recursos piden a gritos ayuda ya que esta es su dura realidad.
Escritor: Sofia Cubillos