Por: Carlos Triana
Hoy está más hermosa, con pocos humanos en las calles… pero más fría que nunca, con más hambre, soledad y pobreza…caldo de cultivo para los religiosos y moralistas que no encontrando soluciones en los avances científicos, encuentran refugio en oraciones y pócimas neocoloniales. Sincretismo desarticulado de la sabiduría ancestral que solo nos ha dejado vagas ideas de lo que éramos, cuyo producto es una burguesía floja y enmohecida, que busca salvadores para recuperar lo que nunca ha sido. Tan evasivo y entregado es su himno que es un homenaje al invasor y su dios, pobre Bacata tan sola y tan hermosa, tus dioses y diosas nos castigan, ocultando tu cielo azul con placas de cemento sobre nuestras cabezas. Ha regresado la lluvia pertinaz y el frío eterno nos recuerda el horno, el olor a maíz y chicha fermentada… «salud señora mi ciudad»…