LECTURAS DE LOS MEDIOS DE TRANSPORTE
Por: Camila Bermúdez
Los medios de trasporte modernos, como automóviles, trenes, metros, buses, etc. han sido una invención práctica, e ingeniosa, una buena idea que logró darse, la cual ha solucionado problemas de diversa índole atravesados en la actualidad, en su preferencia económicos. Pero como todo producto elaborado por el ser humano son más las repercusiones negativas que positivas las cuales se pueden abstraer, y es que no han sido desconocidos los impactos socio-ambientales generados por estos artefactos los cuales destilan veneno desde su proceso creativo, hasta sus requerimientos para mantenerse activos, o su alianza con el tiempo para mantenerlo en el poder, y no tener excusa de perderlo, consiguiendo que la vida de las personas sea fiel rindiendo cuentas ante el sistema de alineación consumista y productivo en el que se ha tenido que ver inmersa.
Pero estos medios de transporte poseen otras particularidades, debido a que se prestan para realizar lecturas culturales y psicológicas del ser humano en sociedad, donde las máscaras y las plumas relucen fácilmente, o, por el contrario, su desnudez se asoma cuando van entre la soledad y el destino, viéndose en ellos una mirada perdida, triste, indiferente, rabiosa, temerosa, con afán, como si desearan dejar de ser, dejar de sufrir, dejar de soñar, de sentir, de existir…
Es más, la violencia de la historia de un País como Colombia, puede ser leída en un ambiente caótico generado por el Transmilenio del distrito capital de Bacatá, donde están quienes han sido desplazados y escupidos por el Gobierno, desencadenando la furia de su injusta vida contra sus mismos conciudadanos, pues cada vez son más personas utilizando este medio, más personas que insultan, que empujan, que son lastimadas, y que trabajan en este sistema de transporte para poder subsistir, al que se le han sumado gente de otros países como Venezuela, o periferias del mismo territorio, seres que vienen del campo, de pueblos pequeños, con la esperanza de florecer, de tejer nuevamente su historia, pero que se ven enfrentados a otra realidad, tosca, competitiva e indiferente, la cual termina por distarlos de sus raíces culturales y de su identidad.
En fin, pese a lo facilitadoras que pueden ser estas invenciones para la cotidianidad del ser humano, es menester detenerse y analizarlas desde otros sentires, para entender la sociedad, evidenciar sus declives, sus problemáticas, y así, llegar a cambios en la convivencia y en nuestro papel como seres capaces de cambiar el sistema.
