Por: Oscar Garzón
Hoy lamento haber recordado que para octubre del año pasado, yo estuvieran haciendo comentarios como este:
«Y en el país del sagrado corazón, Venus Albeiro Silva no solo sigue en el Polo sino que es concejal con un tercio de la votación obtenida por Aida»
¿alguien que me explique qué se supone debe ser un partido político? que mierda que Aida Avella no tenga una curul, teniendo el respaldo de más electores que los que votaron por este imbécil.
Pero, también que mierda que el Polo le siga dando avales a personas corruptas como este. Tal vez desde que conocimos la noticia, de que la aprobación del plan de desarrollo estaba en manos de este personaje, todos los que conocen el pasado de semejante embustero sabíamos que si la hipótesis que «todo ser humano tiene un precio» fuese cierta, esté personaje se vende sin el menor escrúpulo. Y eso no es secreto dentro de los militantes del Polo, y por ese aval que le dieron él tiene una curul y Aida Avella no.
Pero también es culpa de esa manera de repartir las curules para cargos en el legislativo de cada ente territorial y de la nación, la famosa cifra repartidora. Esa misma cifra que dejo a otra Aida sin curul en el senado, la vocera de la minga indígena, Aida Quilcue, quien obtuvo más votos que muchos candidatos que si obtuvieron una curul gracias ser arrastrados por los avales de la maquinaria de un partido.
Venus Albeiro Silva, nos enseñó que los partidos valen un comino, y que si al hacer cuentas, lo que me dan de tajada aun me alcanza para tener ahorros luego de pagar los años de cárcel por el delito cometido, vale la pena ser delincuente (Como también creo llegaron a esa conclusión, los hermanos Nule, el Magistrado Petrelt, Samuel Moreno, Los intervencionistas de las EPS, los corredores de valores de Interbolsa, y hasta el ladrón de la esquina de mi barrio).
Hoy el esquirol se siente indignado y amenazado por los mensajes de la gente tras venderse como de costumbre. Y grita que él es un ejemplo de ética y honestidad mientras señala el chaleco blindado que le regalaron. Los buitres aplauden el discurso, mientras en un par de horas se abalanzarán, buitres y esquirol, sobre la carroña de una ciudad en descomposición.
Pdt: Con el perdón de Ivan Cepeda y Alirio Uribe Muñoz, personas que respeto y manifiesto mi profunda admiración. Ese partido se acabo, me mame que la respuesta siempre sea «Clara actuó a nombre propio» «Venus tomo la decisión de manera personal». Si siempre va a ser así, ¿Entonces para qué el puto partido?.
Cuánta falta nos hace que la ética de los partidos deje de ser una comisión sin sentido, y sea una guía para nuestras acciones.
*Imagen tomada de Soacha al día
