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Fue aproximadamente en el año 2009 cuando tenía tan solo 5 años de edad, en Santander de Quilichao estaban dando ayudas a los indígenas que habitaban allí, se prometieron terrenos en los cuales las personas con vulnerabilidad podrían vivir dignamente.

Mi madre entregó los papeles para estar pendientes del proceso sobre el terreno para la casa; llegó el día tan anhelado por muchos ya que nos iban a dar el terreno, tanta felicidad no podía ser cierta pues tocaba ir hasta Jamundí, Valle del Cauca. Teníamos un día específico para llegar hasta aquel lugar así que la etnia se reunió y emprendió el viaje, también cabe aclarar que habían personas que no pertenecían a las etnias pero si necesitaban de aquel terreno, nos tocó caminar desde el lugar en el que nos reunieron hasta el sitio donde serían entregados los terrenos, después de una larga caminata llena de ilusiones llegamos al tan esperado lugar, todos esperamos a que llegara el alcalde de Jamundí para que inaugurara los terrenos, se había informado que estaría llegando aproximadamente a las 5pm pero las horas pasaban hasta que el reloj marcó las 10 de la noche y nunca apareció, un hombre supuestamente encargado nos informa que el alcalde llegaría al siguiente día a las 6 de la mañana. Sin más remedio las etnias se dispusieron a dormir en carpas desprotegidas aguantando el áspero frío y la indignación por aquella falta. Al siguiente día entre las 6 de la mañana madrugo el ESMAD a tirarnos gases, bombas y a intentar sacar del lugar,  hirieron a muchas personas habían bebés y muchos casi se ahogan, mi hermano tenía tan solo 6 meses de nacido fue un milagro que no muriera por una bomba del ESMAD, en el  lugar estaba un camarógrafo que filmó todo lo sucedido y tenía toda la verdad grabada, el mismo  alcalde fue el que dio la orden para sacarnos de allí; Se dice que el alcalde al darse cuenta de aquellas pruebas registrada mandó a matar al joven para así borrar las pruebas,  todos fuimos engañados y a la vez maltratados. 

El gobierno siempre nos engaña constantemente con sus mentiras, con sus falsas esperanzas de ayuda, al final las personas más vulnerables son aquellos que laboran las tierras, que la cuidan, que han crecido entre ella, como dicen por ahí los indígenas son los dueños de la tierra pero al estado les da igual por estas razones marchamos para demostrar que sabemos la verdad que marchando los vamos derrocar.

Santiago Herrera Giraldo

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