Por: Michael Stevensons Vega Cáceres
El teatro es una excelente herramienta pedagógica para la primera etapa de crecimiento del ser humano. Ya que en ella se sientan las bases para el desarrollo de sus capacidades, habilidades y potencialidades. En esta etapa ocurre su mayor desarrollo neuronal, establece procesos de comunicación individual y colectiva, se da el reconocimiento de sí mismo, del entorno físico y social, el cual luego se refleja en la construcción de su autoconcepto y su autoimagen, sus relaciones e interacciones con el mundo. Se determina su capacidad de relación, que en otras etapas de la vida sería difícil o casi imposible de construir.
Si alguien se pregunta el porqué de esta afirmación, debe tener claro que el teatro desde su origen, ha mostrado un gran potencial educativo. Esto lo podemos evidenciar desde el año 420 a.c, donde el rito y las tradiciones orales, eran formas de llevar el conocimiento de generación en generación. Como bien sabemos, el teatro se origina de estas festividades. La puesta en escena, radica de las grandes Dionisiacas, que se hacían en Grecia. Y de ello, derivan las grandes tragedias escritas, por Esquilo, Sófocles, Eurípides, entre otros. Éstas, con un alto contenido moral; forma política, que usaban los antiguos griegos para mantener el orden. Así, se ha usado el teatro como forma de manifestación hacia una sociedad o incluso al mismo ser humano.
También podemos verlo en los autos sacramentales del Medioevo, las obras de Comedia del Arte en Italia, el teatro Isabelino de Europa e incluso las nuevas propuestas vanguardistas.
Actualmente, Enrique Suarez del departamento de teatro infantil de la universidad central de Venezuela, realizo una investigación que hace constar que desde 1671 se realizan obras de títeres, estas ayudaban al niño a aprender de manera didáctica. Caldwell Coock de Cambridge (Inglaterra), implemento la representación de cuentos y fabulas como estrategia de enseñanza y aprendizaje, en su libro “Un ensayo en el método educativo” plantea la utilización de teatro como medio lúdico y educativo para el estudio de las diferentes asignaturas de la escuela .Por otro lado John Dewey (Norteamericano) con su “Aprender haciendo” busca el encuentro del camino creativo y hace del teatro una herramienta de aprendizaje y desarrollo, que a la vez da importancia al yo, al cuerpo y la mente, permitiendo al estudiante comunicarse con su comunidad y sus valores.
Esto evidencia la vinculación del hecho teatral con el hecho educativo, en un contexto global. Ahora evidenciémoslo en nuestro contexto: Carlos Alberto Reyes (Colombia) egresado de la Academia superior de Artes de Bogotá antigua Enad (Escuela Nacional de arte dramático), en una entrevista realizada por Michael Vega, estudiante de primer semestre de Arte Dramático, expone: “Todas las Artes ayudan al desarrollo del niño, pero no nos digamos mentiras. El teatro es el arte más completo que hay y en el encontramos un apoyo para el desarrollo motriz, cognitivo y psicosocial. Permitiéndole al niño fortalecer sus procesos de aprendizaje, dominio racional y crítica constructiva ante la sociedad”. Esto es lo que la vivencia le ha permitido conocer, implementando durante 5 años hasta hoy, la pedagogía teatral, en poblaciones de primera infancia del departamento de Boyacá.
El teatro, si es una herramienta pedagógica útil. Cuyo potencial pedagógico debería implementarse desde las primeras bases de formación. Es tan importante y básico, como la biología, la matemática o la física. Constituyendo así, un ser, humano, ético y crítico, con total capacidad de desarrollar trabajos en equipo y proyectarse como un líder ante la sociedad.
