Por: Gianni Lara Cruz
¿Cuál de todas las peleas vamos a dar? ¿El duelo por los dos estudiantes de octavo y de quinto degollados por su padre, quien después se degolló también y se lanzó al vacío? ¿La muerte de los 311 líderes sociales asesinados desde el año pasado? ¿El robo de las elecciones para que queden los mismos corruptos de siempre en el poder? ¿El fraude que puso al actual alcalde que se ha malgastado la plata en sus negocios personales y por eso no hay plata para la educación, la salud, las vías, el ambiente sano para esta cloaca de corrupción en que se ha convertido Bogotá? ¿El montón de basura que lleva meses en nuestras esquinas cuando le embargan el sueldo al anterior alcalde por tres días de basura en algunos sectores de la ciudad, pero sobretodo porque les quitó el negocio convirtiéndolo en trabajo para los más humildes? ¿La venta de nuestras empresas públicas para quedarse en manos de los bolsillos privados mientras proponen más impuestos y menos salario? ¿Por qué vamos a protestar?
Bien, los chicos más grandes han decidido tomarse el colegio para protestar porque los salones de los más chiquitos de la sede A, cuartos y quintos y otras partes del colegio, se están cayendo. Los padres de familia los apoyan y algunos profesores estamos totalmente de acuerdo. En esta lluvia que no para los salones se inundan, hay paredes agrietadas, se hizo un estudio desde el 2007 que planteaba la reconstrucción total del INEM. De esas 10 etapas sólo se han realizado dos. Una fue la reja, que le quitó también mucho espacio al colegio. La otra fueron los 3 edificios que puso la administración de Petro. Peñalosa debía continuar con otras fases, pero el colegio no está priorizado por la actual administración.
Además nos preocupa sentir que poco a poco se está acabando el INEM. En lugar de decir vamos a ir montando cursos más pequeños para que exista mejor calidad, debemos mantener a 40 en el salón, por eso es que van sobrando profesores y los van sacando. No les interesa el proceso educativo. Por eso muchos maestros han protestado por el incumplimiento de las promesas del gobierno ¿Por qué tenemos que protestar por cosas elementales como la salud y la educación? ¿No son un derecho básico? Y más cuando todo el tiempo escuchamos escándalos de corrupción impunes ¿Por qué la anterior administración distrital tenía recursos para que funcionaran mejor las cosas? ¿Por qué permitimos que Peñalosa haga su negocio de buses en la ciudad y no permita invertir la plata inteligente y adecuadamente para todos? ¿Qué pasó con la revocatoria? ¿Por qué el Consejo Nacional Electoral ha obstruido la revocatoria de Peñalosa?
Hoy tenía entrega de boletines, he pensado en los 17 que se van tirando el año. En los más vagos, en que a pesar de todo, no son ellos, son sus casas, sus familias que eligen a tiranos, sus vidas tiranizadas por los mismos, algunos de sus profes, la falta de herramientas, los espacios, entre otros accidentes los que les complican el aprendizaje también. Ah, que no hay que echarle la culpa a los demás, por qué uno si quiere puede salir adelante. Yo he salido adelante, pero tengo que confesar que no ha sido fácil y he sido uno de los pocos de mi círculo social, en el de mis estudiantes cada vez hay menos oportunidades para vivir dignamente.
Mis divagaciones, sumadas a la ira y la renegadera por estas lluvias y el barro de estas calles desechas que mancharon mi traje fueron interrumpidas por las cadenas que cerraban las puertas. Parece que esta protesta va en serio. Cómo me gustaría que la llama que encienden estos chicos, prendiera el fuego en medio de esta lluvia bogotana infinita: “Hoy he venido a traer fuego a esta tierra, quiero que arda sin descansar”. No es la pasividad de las negociaciones con el gobierno la que nos permitirá el bienestar que nos traería una educación digna, son las acciones de hecho. Es lo que le están diciendo estos estudiantes al gobierno distrital. La Secretaría de Educación se ha burlado del colegio durante los meses en los que se le ha puesto al tanto de la situación, cartas, reuniones, quejas, peticiones frente a las cuales ellos han hecho oídos sordos.
Amanece la ciudad con el INEM Francisco de Paula Santander como epicentro de las noticias. Helicópteros sobrevuelan el lugar esta mañana. Ayer dos estudiantes fueron asesinados por su padre, su madre se enteró en el colegio y prorrumpió desconsolada en coordinación; otro profesor murió y hoy los estudiantes se han tomado el colegio que fue considerado en su época como uno de los mejores de la ciudad, pero que poco a poco fue desmantelado, porque como dijo un rector: “El gobierno acaba con todo lo que se vuelve bueno”.
Pero si esta llamita se prendiera y se llenara de indignación colectiva, todas las llamitas de la ciudad se podrían encender transformando esa realidad que nos duele desde el principio del texto. La hoguera que nos podría dar la libertad se hace si pones también tu llamita a funcionar. Necesitamos visibilizar estos hechos para que la sociedad se sacuda de esta mediocridad, esta pasividad insensible que nos tiene acostumbrados a mendigar los derechos hace un alto hoy en el INEM. Que sea una forma de hacernos escuchar.