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EL ACTOR COMO UN CAMALEÓN EN LA VIDA

La actuación no es una disciplina objetiva ni mucho menos es un arte que se pueda enseñar de una misma forma a todas las personas o de una forma cuadriculada, no es como las matemáticas en las cuales tú le puedes decir a un estudiante el resultado exacto de una suma, de una resta o de una ecuación. No, en la actuación no le puedes decir al estudiante el resultado exacto de lo que se va a obtener, el maestro lo único que puede hacer es enseñarle un camino al aprendiz, una forma para que él encuentre la verdad en el momento de la interpretación, mostrarle una gran gama de técnicas y teorías por las cuales el estudiante puede emprender, pero depende totalmente de cada persona encontrar su propio método y su forma de interpretar, de tal modo que el actor se crea lo que hace y así mismo el público le crea a él.

El método de interpretación propio de cada actor no se logra en un día, quizás ni en un año y lo más probable es que durante toda la vida se esté trabajando y creciendo. Pero ¿qué hace que cada actor sea único y tenga un arsenal de sentimientos, emociones, tiempos y ritmos auténticos? la observación. Si los actores no se abren al mundo por completo y comienzan a ver la vida y las personas con ojos analíticos y críticos, no sabrán nunca encontrar tampoco la realidad en su actuación, pues si en la vida cotidiana no se toman el tiempo de observar, mucho menos lo harán en escena y sobre todo ¿de dónde van a sacar naturalidad en sus acciones si su sentido de observación es el menos interesado y sólo se elogian a ellos mismos?

El actor y director Ruso Konstantin Stanislavsky cita el siguiente párrafo en su libro (La creación de un rol) para resaltar que el actor debe de partir de vivencias y de observaciones, para valerse de ellas en el momento de su interpretación:  “Cualquier actor que tenga poderes de observación o memoria para las impresiones recibidas (Ay del actor que no posee estas cualidades) cualquier actor que haya visto, estudiado, leído, viajado extensamente (Ay del actor que no haya hecho esto) puede, digamos, conformar en su imaginación, la casa en que vivía Famusov ” utilizaba este ejemplo para referirse al sentimiento genuino que siente una persona al momento de volver a su hogar después de muchos años.

Desde Inglaterra en el siglo XXVI ya decía el gran poeta, escritor y dramaturgo William Shakespeare la siguiente frase “El mundo es un escenario y los hombres y mujeres, son meros actores, tienen sus entradas y salidas y un hombre puede representar muchos papeles” refiriéndose Shakespeare a que la actuación esta impuesta en la vida misma, tanto así que si el actor se tomara el tiempo de analizar lo que sucede a su alrededor se daría cuenta de que la misma sociedad siempre está hablando, siempre está contando algo y siempre está también mostrándonos escenas trágicas, divertidas, dramáticas que solo es cuestión de mirarlas para entender que la vida misma nos regala el Teatro.

El actor al igual que cualquier otro artista si quiere que su arte tenga una influencia y logre alcanzar cambios en las personas, debe de causarle a estas, ciertas emociones y sensaciones genuinas que lleguen realmente al impacto en el espectador como tal. Y para esto el arte del actor debe de nacer a raíz de la misma observación de la sociedad. Un ejemplo de un buen grupo de teatro conformado por actores preocupados por una mejor sociedad y porque su arte tenga una influencia en las personas y en el mundo, es el grupo de teatro La Candelaria en Bogotá, dirigido por el Maestro Santiago García, quienes no sólo se caracterizan porque muchas de sus obras son de una creación colectiva, sino también por el hecho de que todas sus obras tienen un sello personal y es que han nacido de sucesos, hechos, acontecimientos que ellos mismos investigaron, quizá vivieron, tuvieron un profundo significado con el país y ahora quieren dar a conocer al mundo, por eso logran el impacto tan fuerte que tienen con cierto tipo de público que se conmueve con todo el alma y ríe con todo el corazón al ver sus obras, ya que se refleja en ellas. Como dice el maestro Santiago “Para acometer el trabajo de una obra, el grupo no espera una propuesta individual del director o de algún miembro del colectivo. Por el contrario, esperamos que la propuesta venga de la misma realidad circundante dentro de la que se mueve el grupo. De ahí la importancia de que los integrantes estén activamente interesados en la realidad política y social del país. Es decir, la importancia de una praxis política”. La responsabilidad del actor con el mundo es más que sólo regalarle momentos de buena interpretación, es poderle regalar a las personas momentos de actuación que logren entrar en sus corazones y así los actores logren el objetivo propuesto para con el público, que siempre debe de haber uno, pues en pocos casos el teatro es solo entretenimiento.

Referentes:

William Shakespeare

Konstantin Stanislavsky

Santiago García

Bibliografía:

Konstantin Stanislavsky – La creación de un rol (primera parte “La desgracia de tener ingenio” página 23)

Santiago García – Teoría y práctica del teatro (capitulo 3 “La creación colectiva como proceso de trabajo en la Candelaria” página 36)

William Shakespeare – Citas comentadas https://arteescenicas.wordpress.com/2009/10/26/citas-comentadas-shakespeare/

Marcela Piñeros.

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