El maltrato a las mujeres no para, bien sea por razones de orientación sexual, laboral, de pareja y en forma verbal y física. Muchos maltratos comienzan en el hogar, en donde lo hacen ver como algo normal, y se vuelve costumbre que todo debe quedar bajo silencio; cuándo nosotras mismas nos estamos haciendo el daño por quedarnos calladas y así dar pie para que muchos no lo entiendan y digan que las del problema son ellas.
No hay razón para justificar cualquier clase de maltrato contra las mujeres, muchos de estos terminan en graves lesiones como pérdida de audición, vista, olfato, memoria, estado vegetal o la muerte, y aún así seguimos sin entender la gravedad del asunto. En otras ocasiones las mujeres terminan con su vida porque se sienten atrapadas, sin salidas y sin poder hablar. Y ahí está todo, en no quedarse calladas, en confiar y buscar ayuda bien sea en las autoridades o en alguna persona cercana, entre nosotras también podemos ayudarnos.
Somos la fuente de vida en el mundo, merecemos nuestros derechos como a la vida, a la salud, a la libertad, a la libre expresión, etc. No debemos dejar de ser nosotras mismas solo por el hecho de que alguien no esté de acuerdo con lo que pensamos o hacemos.
Así que ya no más maltratos hacia las mujeres, hablen, no se queden calladas, háganse valer ante todo, dejen el miedo a un lado y llénense de valor. Tengamos más presente el significado de ser mujer.
Una llamada puede marcar la diferencia. Atención 7 días, 24 horas.
Línea 155 Orientacíon a Mujeres Víctimas de Violencia
01 8000 112 137 Línea Púrpura Distrital – Mujeres que escuchan Mujeres
Michael Pinto