Estoy aquí en un mar donde náufrago sin rumbo a tí, dónde el dolor me ahoga y no me deja ir hacia ti, dónde mi cuerpo se agota dando a entender que mi alma se va a un cielo azul como el agua donde me sumergí aquella vez donde ya no hay nada material y solo quedó el recuerdo de aquel dolor. Mi cuerpo se fue pero mi alma aún vive y aunque quiera irse tus lágrimas y dolor no la dejan, quizás si la dejas ir podrás liberarte de aquella aflicción que tanto te atormento.
Valentina Cardenas