Quien crea que Kamala Harris perdió ayer por razones inexplicables, tal vez omitió los últimos meses de campaña política, o los últimos 4 años del gobierno Biden o peor aun no ha entendido la pesadilla política que ha significado la figura de Donald Trump en la política gringa.

Porque esa es la verdadera pregunta: porque un candidato tan defectuoso, tan incorrecto políticamente le gano a una de las mejores candidatas que ha tenido el Partido Demócrata en mucho tiempo.

Para comenzar a responder esa pregunta hay que recordar como llego a Kamala a la contienda. Después de uno de los debates presidenciales mas vergonzosos que se hayan visto en la historia de la democracia gringa, quedo claro que Biden no era apto para ser candidato, dejando a su paso la duda de: si no es apto para encarar un debate, ¿en serio? ¿quíen esta mandando en la Casa Blanca?

El establecimiento demócrata con todo su poder mediático rápidamente salio al paso y ascendió sin mayor debate ni reflexión a Kamala. La misma Kamala que el mismo establecimiento años antes, no dudo en tratar como una figura política decorativa, como una medallita representando lo incluyente y diverso que es el partido, pero sin mayor trascendencia política. El ascenso mediático de Kamala fue vertiginoso, en parte por sus propias cualidades, en parte por la errática estrategia de comunicaciones de su oponente. Kamala iba ganando o al menos eso creíamos todos. Con lo que no contábamos es que el mismo establecimiento político y mediático que la catapulto, empezó a hacerse evidente paulatinamente.

A los discursos de los Obama, los urras de los Clinton, siguieron las adulaciones de todo el establecimiento mediático de opinión, la gente divinamente correcta de siempre… Todo el mundo estaba fascinado! A esa fiesta empezaron a llegar inclusive invitados insospechados, como Dick Cheney y su pandilla (guerreristas y lobistas de todos los tamaños y colores). Inadvertidamente en algún momento TODO el establecimiento político demócrata y republicano que NO estaba con Trump, termino detrás de Kamala. A la par que llegaban nuevos invitados, llegaron con ellos los grandes donantes y la campaña de Kamala empezó a tener variaciones sutiles en el discurso, apenas para no incomodar a nadie.

El único problema fue que, aunque Biden supo esconderse bien ante la opinión publica y la duda de quien ejercía el mandato aparentemente se desvaneció, las consecuencias de su ausencia NO. La economía del día a día de la gran mayoría de gringos funcionaba regular, al mismo tiempo Estados Unidos seguía arrojando billones de dólares en una guerra en Ucrania que se sabe perdida, con Dios sabe quien sacando provecho, mientras Israel emprendía una limpieza étnica con la excusa de una operación militar anti-terrorista de la manera mas desvergonzada e indiscriminada mientras el liderazgo político mantenía una ambigüedad vergonzosa, ni los paraba, ni los condenaba y seguía enviándoles armamento. Ni que decir de la crisis de la inmigración ilegal. Mareas de gente seguían llegando sin saber como se iban integrar. Si, si se iban integrar y si el esfuerzo iba a valer la pena. En medio de esa gran vació de liderazgo, el miedo a la incertidumbre y los prejuicios terminan mandando. El crisol de razas a veces se rompe.

Sin importar todos estos problemas, la gente políticamente correcta, se seguía comportando como siempre, como si nada pasara.

El error de la campaña de Kamala NO fue que Trump no dijera suficientes estupideces, como que los inmigrantes se comían a las mascotas de sus vecinos, o que alardeara el tamaño de sus mitines políticos como si hablara del tamaño de su pene o que tratara de engañar al electorado femenino con sus ambigüedades sobre el aborto o que escondiera con falacias su vergonzante situación judicial.

NO! El error fue que fue mas ruidosa, molesta e incoherente, la hipocresía del día a día de la política gringa emprendida por el establecimiento, mas que todas las estupideces y la corrupción de uno de los candidatos mas tóxicos que haya participado en la política gringa en toda su historia moderna.

Lo mas absurdo es que en algún momento de la campaña trataron de distraer de la hipocresía con el ruido de reclamos justos, como los de las mujeres por las consecuencias de la caída de la legislación del aborto, como los de los reclamos por la crisis ambiental, como los reclamos políticos de las minorías. como el mal manejo de la inmigración ilegal. Algunos de esos problemas creados por la misma mediocridad del establecimiento demócrata.

Llego el 5 de noviembre y el pueblo norteamericano decidió que a falta de mas opciones es mejor ser engañado por un estafador de verdad (que se encuentra a la espera de ser sentenciado) y no por la misma gente políticamente correcta de siempre, con la esperanza de que al menos algo funcione.

Autor: German Molano

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